Restaurante Alborada
El pasado Jueves participamos en una gastroquedada en el Restaurante Alborada de Benalmádena, situado frente al centro de salud y la parada del cercanías (bajando una cuesta desde el aparcamiento del Tivoli). Nos dimos cita allí un nutrido grupo de tuiteros y blogueros gastronómicos para dar cuenta de los nuevos platos que Elisa, la cocinera, ha preparado para encarar la temporada de Verano.
El menú arrancó con la panceta confitada a baja temperatura, marca de la casa Alborada. Un clásico que no podéis dejar de probar, aunque sólo sea entrar para una cerveza y una tapa en la barra. El primer plato de la degustación fue una copa con brandada de bacalao y Salmorejo (lo que en Málaga provincia se conoce como Porra, y en Málaga capital como ardoria). Exquisito es decir poco. Lo siguiente fue una ensalada con queso de cabra y manzana caramelizada muy refrescante.
En tercer lugar apareció un soldadito de pavía con alioli de cilantro. Aviso para navegantes: el alioli estaba muy suave, así que si no sois especialmente amigos del ajo no os preocupéis, podéis comerlo sin miedo. Luego llegó una de las especialidades del Restaurante Alborada: el bacalao. Lo hacen de múltiples formas, de hecho tienen hasta unas «jornadas del bacalao» en las que lo ponen especialmente de relieve. Esta noche nos lo sirvieron en salsa de mandarina, que estaba espectacular… aunque parar morirse de verdad os recomiendo que probéis el ‘Bacalao al estilo del Duque‘, una maravilla culinaria con tomate y bechamel. Siendo menos vistoso que del de mandarina, a mi, personalmente, me gusta más.
Después del pescado llegó la carne: el flamenquín. No voy a decir nada. Simplemente mirad la foto y preguntaos a vosotros mismos si apetece o no apetece. ¡Nada más que añadir, señoría! Y por último el postre, también una de las estrellas de la casa: la crema andaluza. Sólo apta para los muy golosos, ya que es bastante empalagosa. Necesito preguntar a Elisa la receta, porque me encantaría aprender a hacerla. Es un postre que sólo encontraréis aquí, ya que es una receta que a Elisa le confiaron a título personal. Si lo encontráis en otro restaurante, quiero conocerlo.
Así transcurrió la jornada, entre amigos y compañeros de profesión y hobby, degustando las delicias del Restaurante Alborada, cuya carta es, de verdad de la buena, deliciosa. Aún no hemos probado algo en este sitio que hayamos dicho «ah! pues esto no me ha gustado».